La cesta cuenta con un bulonado automático con accionamiento eléctrico, en lugar de llevar una transmisión mecánica o manual, que hace necesaria la intervención humana, tiene un sistema de control encargado de garantizar el cierre de bulones siempre que la cesta esté en el aire por lo que es imposible que se pueda anclar mal o que exista un fallo humano por posible descuido. La doble seguridad en lugar de ser unas cadenas que se enganchan manualmente a las orejetas del spreader que permiten manipular los contenedores deformados, es el sistema de bulonado. Posee actuadores independientes en cada una de sus cuatro esquinas, sincronizados y con un software de seguridad que garantiza su correcta posición en cada fase de la operativa.